Cochito horneado: Platillo de Tuxtla con gran sabor y tradición
Este platillo no solo satisface el hambre, sino que conecta a las nuevas generaciones con la herencia culinaria de Chiapas.
En Chiapas, pocas recetas reflejan tanto la identidad de un pueblo como el cochito horneado. Este platillo, preparado principalmente en celebraciones familiares y festividades locales, combina la riqueza de la carne de cerdo con un marinado de hierbas aromáticas, achiote y chiles secos, que le da un color rojizo y un aroma inconfundible.
El secreto del cochito chiapaneco está en la paciencia: la carne se deja reposar durante horas para que absorba todos los sabores antes de ser cocida lentamente en horno de leña o en barro, hasta lograr una textura suave y jugosa. Tradicionalmente se acompaña con tortillas recién hechas, salsa de chiles y frijoles refritos, creando un banquete que invita a compartir en familia.
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Aunque se encuentra en celebraciones grandes como bodas o fiestas patronales, también es común que los hogares chiapanecos preparen cochito los fines de semana, convirtiendo cualquier comida en un evento especial. El olor que sale del horno suele recorrer calles y plazas, anunciando que algo delicioso se cocina en la cocina local.
Este platillo no solo satisface el hambre, sino que conecta a las nuevas generaciones con la herencia culinaria de Chiapas, recordando que la cocina tradicional es también un acto de identidad y de cariño hacia quienes se sientan a la mesa.
