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India y Pakistán en crisis, “Operación Sindoor” y el ataque que dejó 26 victimas

La tensión entre India y Pakistán escaló dramáticamente tras el lanzamiento de ataques aéreos indios en territorio pakistaní y en la zona de Cachemira administrada por Islamabad, en represalia por un sangriento ataque contra turistas en Pahalgam el 22 de abril.
Evolución del conflicto
- Ataque inicial: El 22 de abril, militantes extremistas mataron a 26 personas (25 indios y un nepalí) en Pahalgam, Cachemira india. India responsabilizó a “elementos con base en Pakistán”, aunque Islamabad lo negó.
- Represalia india: En la madrugada del 7 de mayo, la Fuerza Aérea india bombardeó nueve blancos en Cachemira pakistaní y Punjab, afirmando que eran “campos terroristas”. Pakistán reportó 26 muertos y 46 heridos, incluyendo civiles.
- Respuesta pakistaní: Islamabad derribó cinco aviones y un dron indio según su ejército, mientras India denunció 10 muertes por ataques pakistaníes en la frontera.
Las versiones enfrentadas
- India: El ministro de Defensa indio insistió en que los bombardeos fueron “medidos” y dirigidos contra “infraestructura terrorista”. El primer ministro Narendra Modi prometió que los responsables del ataque a turistas “no quedarán impunes”.
- Pakistán: El primer ministro Shehbaz Sharif tachó los ataques de “agresión no provocada” y juró que no quedarán sin respuesta. El ejército pakistaní negó tener vínculos con los ataques de Pahalgam.
Cachemira: El polvorín histórico
La región, dividida entre ambos países desde 1947, ha sido escenario de dos guerras y múltiples crisis:
- En 2019, India revocó la autonomía de Cachemira, aumentando la tensión.
- En 2016 y 2019, ataques similares a los de Pahalgam llevaron a represalias aéreas cruzadas, aunque sin escalada nuclear.
¿Qué sigue?
Expertos advierten que:
- Pakistán podría responder con ataques limitados para no perder prestigio.
- India podría endurecer su postura ante elecciones clave.
- El riesgo de una escalada nuclear, aunque bajo, no es descartable.
Mientras, la Línea de Control (frontera de facto) sigue en alerta máxima, y el mundo observa con preocupación si esta vez la diplomacia podrá frenar la espiral de violencia.