La tumba más visitada de Tuxtla: el legado de Juan Sabines Gutiérrez


Cada 1 y 2 de noviembre, los panteones de la capital chiapaneca se llenan de flores, velas y recuerdos. Las familias acuden a honrar a sus seres queridos, pero entre los visitantes también destacan quienes se detienen frente a la tumba del exgobernador Juan Sabines Gutiérrez, una de las más visitadas en estas fechas.
Ubicada en un punto visible del panteón municipal, la sepultura del exmandatario se ha convertido en un sitio de paso obligado. Para muchos, más allá de la figura política, representa un personaje emblemático en la historia moderna de Chiapas.


El cronista de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Jorge Alejandro Sánchez Flores, explicó que la tumba del exgobernador es una de las más concurridas durante el Día de Muertos, no solo por su ubicación, sino por el cariño que muchas personas aún le guardan.
“Su tumba siempre tiene flores. Muchos lo recuerdan con afecto, otros con respeto por lo que representó para Tuxtla. Le tocó gobernar en un momento muy difícil, tras una serie de gobiernos provisionales, y fue quien impulsó la modernización de la ciudad”, señaló Sánchez Flores.
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Durante su administración, Juan Sabines Gutiérrez promovió la renovación del Palacio de Gobierno, del Palacio Municipal y la reorganización del primer cuadro de la capital, obras que marcaron un antes y un después en el desarrollo urbano de Tuxtla.
De acuerdo con el cronista, el exmandatario llegó a decir que “había llegado 30 años tarde, pero había llegado”, aludiendo al contexto político que enfrentó. Por ello, muchos tuxtlecos lo recuerdan como un hombre de carácter firme y con visión de progreso.


A unos metros de su tumba se encuentra la del capitán Julio Miramontes, quien murió en 1912 tras evitar una tragedia durante un levantamiento militar. Su acción heroica le valió el reconocimiento del pueblo, y cada año también recibe flores en señal de respeto.
Entre flores, veladoras y recuerdos, las tumbas de Sabines Gutiérrez y Miramontes evocan la historia de Tuxtla Gutiérrez y el profundo vínculo que sus habitantes mantienen con su pasado. El Día de Muertos, en esta ciudad, es más que una tradición: es un homenaje a la memoria y al legado de quienes ayudaron a construir su identidad.