Qué papel juega la dieta en la prevención de la influenza H3N2
Especialistas destacan que una dieta equilibrada y una correcta hidratación pueden fortalecer el sistema inmunológico como complemento a la vacunación y la higiene.


Ante el aumento de casos de influenza H3N2, expertos en salud señalan que mantener hábitos alimenticios saludables ayuda a mejorar la respuesta del organismo frente a infecciones respiratorias, sin sustituir las medidas preventivas básicas.
La temporada de influenza mantiene bajo vigilancia a diversas regiones del país y del mundo debido al incremento de casos relacionados con variantes como la influenza H3N2 tipo K, un subclado identificado en reportes epidemiológicos recientes. Frente a este escenario, autoridades sanitarias insisten en reforzar la prevención.
La alimentación como apoyo al sistema inmune
Además de la vacunación y la higiene, especialistas coinciden en que una alimentación adecuada puede contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico. Organismos como la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han señalado que un organismo bien nutrido responde mejor ante infecciones respiratorias.
Una dieta rica en frutas y verduras aporta vitaminas y antioxidantes esenciales. La vitamina C, presente en cítricos, guayaba, fresas y pimientos, es clave para apoyar las defensas naturales. Por su parte, la vitamina A, que se encuentra en alimentos como zanahoria, espinaca y calabaza, ayuda a mantener en buen estado las mucosas respiratorias, primera barrera frente a los virus.
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Proteínas y minerales esenciales
El consumo suficiente de proteínas es fundamental para la producción de anticuerpos. Pescado, pollo, huevo, leguminosas y frutos secos son opciones recomendadas. Asimismo, minerales como el zinc y el hierro, presentes en semillas, carnes magras y cereales integrales, favorecen una respuesta inmunitaria adecuada.
Mantener una correcta hidratación es otro elemento clave para prevenir la influenza H3N2. Beber agua de forma regular ayuda a conservar húmedas las vías respiratorias, lo que dificulta la entrada de virus. Además, facilita la eliminación de toxinas y el buen funcionamiento del organismo, especialmente durante la temporada de frío.
Bebidas recomendadas y alimentos a limitar
Especialistas sugieren priorizar el consumo de agua natural, caldos y bebidas tibias. Infusiones como manzanilla, jengibre o limón pueden aliviar la irritación de garganta, aunque no sustituyen tratamientos médicos. En contraste, se recomienda reducir bebidas azucaradas, alcohol y alimentos ultraprocesados, ya que pueden debilitar las defensas.
Aunque la alimentación no reemplaza medidas como el lavado de manos, el uso de cubrebocas ante síntomas ni la vacunación anual, sí representa un complemento importante para disminuir el riesgo de contagio y complicaciones. Adoptar hábitos saludables desde la mesa puede marcar la diferencia durante la temporada de influenza.







