Inseguridad crecer en la colonia Jardines del Norte en Tuxtla

La colonia Jardines del Norte, ubicada en Tuxtla Gutiérrez, enfrenta una serie de desafíos que impactan negativamente en la seguridad y calidad de vida de sus residentes. Con más de dos décadas de existencia en un área irregular dentro del Parque Nacional Cañón del Sumidero, sus habitantes luchan por mejorar las condiciones y exigen acciones concretas para combatir la inseguridad y otras problemáticas.

Uno de los problemas más acuciantes en Jardines del Norte es la falta de seguridad. Tanto de día como de noche, los vecinos viven con temor por su integridad física y sus bienes. La ausencia de patrullajes y vigilancia policial, así como la falta de respuesta a las llamadas de auxilio, ha llevado a los habitantes a tomar medidas por sí mismos, reforzando la seguridad de sus hogares y comercios con rejas y medidas adicionales.

El crecimiento descontrolado de la venta ilegal de lotes en la colonia ha contribuido a la falta de orden y control en el área. Los asaltos son una constante y los camiones de reparto evitan transitar por temor a ser víctimas de la delincuencia, especialmente aquellos que distribuyen productos de empresas reconocidas como Sabritas.

Además de la inseguridad, la colonia enfrenta serios problemas de abastecimiento de agua, especialmente durante la temporada de estiaje. El servicio se restringe a un día y medio por semana en promedio, lo que afecta significativamente la vida diaria de sus habitantes. La falta de regularización y escrituras públicas también genera incertidumbre sobre la tenencia de la tierra en la zona, dificultando así la solución efectiva de estos problemas.

Las deficiencias en el suministro eléctrico también afectan considerablemente a la colonia, sobre todo durante las épocas de lluvia, cuando el servicio se interrumpe debido a transformadores de baja capacidad. Además, el mal estado de las calles y la falta de alumbrado público crean un entorno propicio para la delincuencia.

La presencia de casas abandonadas se ha convertido en un foco de atención para los delincuentes, quienes utilizan estos lugares como centros de operación para cometer robos y asaltos, acrecentando la sensación de inseguridad entre los residentes.

Lamentablemente, las denuncias realizadas por los habitantes parecen no encontrar una respuesta efectiva por parte de las autoridades, lo que genera descontento y frustración entre la comunidad. La falta de vigilancia policial y la aparente inacción para resolver los problemas han llevado a los residentes a enfrentar una realidad en la que deben protegerse por sí mismos. Es urgente que las autoridades tomen medidas concretas para abordar estos problemas y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Jardines del Norte.