Detienen en Michoacán a “El Pantano”, presunto extorsionador de productores de limón
Operativo federal permite la captura de un integrante de los Blancos de Troya vinculado a cobros ilegales en Apatzingán


La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), encabezada por Omar García Harfuch, informó que la detención de “El Pantano” fue resultado de labores de inteligencia y colaboración interinstitucional. En el operativo participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y la Fiscalía de Michoacán, quienes actuaron bajo la coordinación del Gabinete de Seguridad federal y del Gobierno de Michoacán.
De acuerdo con el informe oficial, tras el homicidio de Bernardo Bravo, presidente de una asociación de citricultores, se desplegó un dispositivo especial en la zona limonera del Valle de Apatzingán. Durante las indagatorias, los agentes identificaron un vehículo en el que viajaba Rigoberto “N”, presunto jefe operativo de una célula de los Blancos de Troya, organización delictiva dedicada al cobro de “cuotas” a productores agrícolas locales.
Las autoridades explicaron que el detenido era uno de los principales responsables de extorsionar a los limoneros mediante amenazas y cobros ilegales, afectando gravemente la economía regional.
“Las investigaciones continuarán hasta detener a todos los responsables”, declaró García Harfuch a través de su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter), subrayando el compromiso del Gobierno Federal con la seguridad y la defensa de los sectores productivos del país.
La SSPC destacó que este tipo de acciones son parte de una estrategia nacional para debilitar las estructuras criminales que atentan contra el desarrollo económico en zonas agrícolas del occidente mexicano. El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal, donde se determinará su situación jurídica en las próximas horas.
La captura de “El Pantano” representa un golpe relevante para la red de extorsión que operaba en Apatzingán, región que ha sido históricamente afectada por la presencia de grupos criminales dedicados al cobro de “protección” y control de la producción de limón, uno de los cultivos más importantes de Michoacán y de todo México.