Venecia sube la tarifa de entrada: una ciudad que se defiende del turismo desbordado

La ciudad italiana activa un nuevo sistema de acceso para excursionistas de un solo día, duplicando la tarifa en días de alta afluencia. La medida busca proteger su frágil ecosistema urbano y enviar un mensaje claro al mundo: Venecia no es un parque temático.
Una ciudad bella, pero al borde del colapso
Desde hace años, Venecia ha sido símbolo de romanticismo y arte, pero también de saturación turística. Su diseño histórico, construido sobre una laguna, no está preparado para recibir a decenas de miles de turistas diarios, muchos de los cuales no se hospedan ni generan ingresos locales, pero sí dejan toneladas de basura y desgaste urbano. Ante esto, la ciudad ha decidido actuar.

Una tarifa con mensaje: pagar más por improvisar
El nuevo sistema, vigente desde el 18 de abril, impone una tarifa de entrada de 10 euros para visitantes que no reserven con antelación. Quienes planifiquen su visita y reserven antes, pagarán 5 euros. Esta tarifa se aplicará durante 54 días del año, en fechas con alta afluencia, como puentes festivos y fines de semana. La medida busca desalentar el turismo impulsivo y masivo.
Tecnología, vigilancia y control de flujos
Para hacerla efectiva, la ciudad utiliza cámaras, sensores y datos de geolocalización de dispositivos móviles para monitorear el flujo turístico. Todos los visitantes deben registrarse y obtener un código QR para ingresar entre las 8:30 y 16:00 h. Las personas que pernoctan, trabajan o estudian en la ciudad están exentas, al igual que quienes visitan a familiares.
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El turismo que amenaza al patrimonio mundial
En 2023, Venecia estuvo a punto de ser incluida en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO, debido al turismo desbordado y al impacto del cambio climático. Gracias a esta y otras medidas, evitó temporalmente la etiqueta, pero será reevaluada en julio de este año.
Críticas desde dentro: ¿una solución real o simbólica?
Voces como la de la concejala opositora Monica Sambo consideran que esta “entrada” convierte a Venecia en un parque temático. Critican que no se haya implementado un límite real de turistas por día ni reformas profundas que aborden la vivienda, el empleo local o la regulación de plataformas como Airbnb.

Turismo sí, pero no a cualquier precio
La medida también ha prohibido el uso de megáfonos y limitado a 25 personas por grupo guiado. Para los funcionarios como Simone Venturini, concejal de Turismo, esta es una herramienta imperfecta pero necesaria. Aseguran que más que una tasa, es un llamado global al turismo responsable y consciente.