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Afilador de cuchillos: un sonido que poco a poco deja de existir

Uno de los oficios itinerantes en Chiapas, es la labor del afilador de cuchillos, casi como un
taxista este personaje deambula por diversas calles de la capital a bordo de una bicicleta que se
convierte en su taller de trabajo.

Chispas y un ruido estridente brotan con la fricción del metal y la piedra, hasta que finalmente lo
cuchillos y tijeras quedan como nuevos, escapando a ser objetos desechables.

Don Ricardo tiene 49 años y tiene cerca de dos décadas de ejercer este oficio, gracias a esta labor ha podido llevar el alimento a su familia, sin embargo, reconoce que esta labor ya no es la misma, la remuneración económica es más escasa.

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A un costado de don Ricardo está su compañero de batallas, don Carlos con el que normalmente se cruzan en el centro de Tuxtla Gutiérrez; reconocen que siempre Dios da un poco a todos, mientras
afilan los cuchillos pueden platicar un poco de cómo va el día.


Mantienen vivo el oficio en Chiapas

Ellos son parte de una decena de personas que aún luchan por mantener vivo este oficio, un oficio que según se cree llegó en el Siglo XVII, en la provincia de Orense, España, de donde se expandió a nuestro país.

Con la llegada de la mercancía china, la población prefiere comprar cuchillos nuevos, que componer los que ya poseen, sin embargo, aún existe un número muy pequeño de personas que aún siguen dando trabajo a estos seres.

El afilador de cuchillos se traslada en bicicleta, la cual cuenta con una estructura metálica
desmontable que eleva la llanta trasera (la cual se mueve gracias a la cadena), esto provoca que la bicicleta permanezca en un mismo lugar cuando se pedalea.

Gracias al pedaleo estático, la llanta activa un sistema de engranajes que hacen girar en torno con la piedra o esmeril que afila los cuchillos y tijeras, pues desgasta el metal achatado de los mismos.

Actualmente estos personajes se pueden apreciar en el centro de Tuxtla Gutiérrez pues son los restaurantes y las peluquerías las que siguen apreciando esta labor, otorgándoles trabajo y los
mantinenen aún vigentes.

Por Alejandra Chávez

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