Opinión

Flores, dragones y algo más…

Rito de Flores - Luz, poder, magia y florecer

Le damos la bienvenida al mes de los eclipses, sinónimo de cambios profundos a escala colectiva.

La semana sostiene energía de alta intensidad debido a que hay eclipse y Luna llena, se precipitan acontecimientos, veremos grandes sorpresas.

Este eclipse cae en la zona piscis-virgo de nuestra carta natal.

Si eres cáncer, capricornio, aries o libra, Sol, ascendente o Luna y este año y medio no reconectaste con alguien de tu familia, conciliaste algún malentendido, volviste a casa, te vas a casar o estas rehaciendo acuerdos con tu exesposo, sanaste traumas de la infancia, se presentaron temas con la estructura de tu hogar o tu cuerpo (huesos, cadera, piernas), pon todo esto en tu lista de pendientes por que se va a sacudir con este eclipse.

El cuerpo físico es algo que también se nos moverá a todos, se presentarán dolores. El cuerpo físico nos emitirá señales para hacernos ver que atrás de eso hay algo más.

Te duele porque aún no has aprendido a disfrutar, porque acumulas viejos odios y rabia.

Te duele porque te niegas a desarrollar tu vitalidad y elasticidad corporal, porque lo castigas con adicciones e inmadurez emocional.

Te duele el cuerpo porque rechazas el presente y permites que los recuerdos te definan.

Te duele porque no cierras etapas y te vistes de víctima en el drama que creaste.

Te duele porque amas la herida que no quieres sanar.

Te duele el cuerpo porque has sucumbido a la apatía y te has dejado ganar.

Te duele porque dudas merecer una vida sin traumas y alas para volar.

Te duele porque has cedido tu voz al clan familiar.

Te duele el cuerpo porque no vives en paz.

Te duele el cuerpo porque no te atreves a valorarte más.

Te duele porque callas cuando debes gritar.

Te duele porque culpas al amor de tu obsesión por dominar.

Te duele porque exiges un respeto que no te atreves a generar.

Te duele el cuerpo porque confundes una relación con un ring donde poderte desahogar.

Te duele porque no te atreves a conectar con tu divinidad. Porque te da miedo la libertad.

Te duele el cuerpo porque no te permites recordar que has nacido para crecer y trascender desde el amor que ya eres.

Te duele el cuerpo porque no inviertes en silencio ni haces las paces con tu soledad y con tu oscuridad.

Eres un ser de amor en constante expansión. Deja ya de exigirte demasiado, encasillarte, frenarte y atrofiarte.

Despierta tu magia y tu poder.

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