Desafiando la Invisibilidad: Urge Restaurar el Brillo de la Marca México en el Escenario Global
Por: Eduardo Chaillo, CMP, CMM, CITE, CASE
En el dinámico escenario de la competencia global, la visibilidad de una nación en los mercados y audiencias internacionales desempeña un papel crucial en su imagen y reconocimiento de marca.
La marca México se encuentra ausente y diría yo “abollada”. Desde la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y ProMéxico, su presencia en los mercados internacionales ha disminuido drásticamente. Este cambio no solo ha dañado la imagen del país, sino que también ha resultado en una caída en el posicionamiento, valoración y conversión entre las marcas de país.
Hasta hace unos 6 o 7 años, México tenía una presencia notable a través de su marca en eventos internacionales, manifestaciones culturales, ferias de diversos sectores y campañas publicitarias. Estas actividades promovían los valores auténticos, la riqueza cultural y las oportunidades económicas del país.
La marca no se limitaba a un simple logotipo; siempre se acompañaba de activaciones artísticas o empresariales que transmitían la esencia de lo que somos. Sin embargo, sin una entidad centralizada para coordinar estas actividades y promotores que conocieran a los tomadores de decisiones en los mercados, su efectividad se ha desvanecido.
Además, la falta de una maquinaria de relaciones públicas dedicada a la gestión de crisis mediáticas ha dejado a México vulnerable ante las noticias negativas, sin la capacidad de equilibrarlas con las positivas, lo que inevitablemente daña la reputación del país e incluso genera inquietud para viajar, disfrutar, hacer negocios o trabajar en nuestras ciudades.
El CPTM, por ejemplo, establecía alianzas estratégicas con las principales organizaciones a nivel global de la industria de reuniones, asegurando la presencia de la marca México en cada plataforma, evento o activación relevante. Se realizaban esfuerzos de inteligencia comercial, citas de negocios y postulaciones como sede de eventos, destacando la diversidad, infraestructura y vibrancia de los destinos mexicanos y sus comunidades locales.
Además, se contaba con consejos asesores de clientes en los destinos de México, que brindaban orientación y apoyo para optimizar la experiencia de los visitantes y organizadores de eventos.
Cabe reconocer y felicitar que, en la actualidad, lo único que parece destacarse en el mercado son los admirables esfuerzos promocionales de destinos y marcas individuales, como Los Cabos, Puerto Vallarta, Yucatán y el Caribe Mexicano. Sin embargo, no cuentan con el respaldo institucional y la fuerza de la marca del equipo promotor del país. Además de algunos esfuerzos esporádicos por parte del gobierno federal, como la participación en ferias o giras con empresarios, se ha encargado la promoción integral del país al personal diplomático sin dotarlo de las herramientas, recursos o capacitación suficientes. Si bien el servicio exterior mexicano es de los mejores del mundo en la defensa de los intereses y la interlocución con los gobiernos, la labor de promoción siempre utilizaba los brazos especializados de las agencias mencionadas.
Esta invisibilidad tiene consecuencias significativas. En un mundo competitivo, la percepción de un país influye en decisiones de inversión, turismo y asociación comercial. La marca México, una vez poderosa, ahora lucha por mantenerse relevante.
Para recuperar su posición, México debe reconsiderar su enfoque en la promoción internacional. Esto puede implicar la creación de nuevas instituciones, agencias especializadas o la reestructuración de las existentes.
Además, estrategias innovadoras de promoción son esenciales, aprovechando ahora las tecnologías digitales e inteligencia artificial para llegar a audiencias rentables, diversas y globales.
En resumen, restaurar el brillo de la marca México es crucial para su éxito futuro. Con una estrategia integral y proactiva, México puede recuperar su liderazgo como un destino atractivo y vibrante en el escenario global de las reuniones, el turismo, la cultura y los negocios en general.