Alemania y Hong Kong cortejan a estudiantes exiliados de Harvard

Universidades internacionales aprovechan el conflicto entre Trump y la Ivy League

Berlín/Hong Kong—. Universidades de Alemania y Hong Kong han lanzado una ofensiva diplomática y académica para atraer a estudiantes y científicos afectados por las políticas restrictivas del expresidente estadounidense Donald Trump hacia instituciones como Harvard. La propuesta de establecer un “campus en el exilio” en Alemania y la invitación de Hong Kong para acoger a estudiantes internacionales son parte de una estrategia para revertir la histórica fuga de cerebros hacia Estados Unidos.

Wolfram Weimer, ministro federal de Cultura de Alemania, declaró a Bloomberg que su país estaría dispuesto a albergar una sede de Harvard en territorio alemán. “A los estudiantes de Harvard y de otras universidades estadounidenses, les digo: son más que bienvenidos en Alemania”, afirmó. En Asia, la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong también se sumó a esta ofensiva, ofreciendo continuidad académica a estudiantes internacionales matriculados en Harvard.

Científicos en alerta por restricciones y recortes en EE.UU.

Las invitaciones llegan en medio de un creciente malestar en el sector académico estadounidense. Durante la actual administración de Trump, se han recortado miles de millones en financiamiento para ciencia, salud pública y educación, y se ha intensificado el escrutinio sobre estudiantes extranjeros, especialmente los provenientes de China. La detención y proceso de deportación de Kseniia Petrova, una bióloga rusa de Harvard, ha generado alarma en la comunidad académica internacional.

Además, se han multiplicado las denuncias de injerencia política en las universidades de élite, bajo el argumento de combatir el antisemitismo tras las protestas pro-Palestina surgidas luego del ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023. En este contexto, Harvard se ha convertido en el blanco principal del gobierno, enfrentando recortes por al menos 2,600 millones de dólares, amenazas a su estatus fiscal y presiones sobre sus políticas de diversidad, admisión y contratación.

Europa y Asia intensifican la competencia por talento académico

La reacción internacional no se ha hecho esperar. La Unión Europea ha lanzado un fondo de 500 millones de euros para atraer talento científico, mientras que países como Francia, España y Reino Unido han destinado recursos adicionales para reclutar investigadores. Instituciones en Alemania, Austria y Suecia están ofreciendo visados rápidos, financiamiento especial y nuevos puestos de investigación. “Estamos hablando de un puñado de individuos que se mudan… quizá un par de docenas, no más”, matiza Antoine Petit, director del CNRS en Francia.

A pesar de estos esfuerzos, el obstáculo principal sigue siendo económico. Las universidades estadounidenses, con fondos de dotación como los 53 mil millones de dólares de Harvard, pueden ofrecer salarios y recursos superiores. Sin embargo, el menor costo de vida y una mejor calidad de vida en Europa están inclinando la balanza para algunos. Tal es el caso de Molly, una científica estadounidense que planea trasladarse a Francia, aunque su salario neto mensual se reduciría a menos de 4,500 euros frente a los más de 6,000 dólares que percibe en EE.UU.

Mientras Harvard y otras universidades presentan demandas para restaurar su financiamiento y proteger su autonomía, la competencia global por el talento académico se intensifica. La batalla ya no solo se libra en las aulas, sino en el terreno diplomático y económico de la educación superior.