
En una cumbre celebrada este sábado en Bagdad, líderes árabes reiteraron su llamado a detener los ataques israelíes en Gaza y garantizar el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria a los territorios palestinos. Los asistentes, incluidos el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente egipcio, Abdul Fatá El Sisi, respaldaron iniciativas para la reconstrucción de Gaza, siempre que no impliquen el desplazamiento de su población.
La reunión retomó compromisos establecidos en marzo durante una cumbre de emergencia de la Liga Árabe en El Cairo, donde se rechazó cualquier intento de reubicación forzada de los gazatíes. El Sisi subrayó que, pese a los avances en normalización con Israel, “una paz duradera, justa y amplia en el Medio Oriente seguirá siendo esquiva a menos que se establezca un estado palestino de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacional”.
La cumbre contó con la presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, quien exigió la liberación de rehenes israelíes en Gaza y advirtió que la ONU rechaza cualquier “desplazamiento forzado” de palestinos. Por su parte, el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, denunció que “este genocidio ha alcanzado niveles de violencia no vistos en todos los conflictos a lo largo de la historia” y anunció la creación de un fondo árabe para la reconstrucción, con una contribución inicial de 20 millones de dólares para Gaza y Líbano.
En su declaración final, leída por el canciller iraquí Fouad Hussein, los líderes exigieron “el fin inmediato de la agresión israelí” y calificaron cualquier intento de desplazamiento como “un crimen contra la humanidad y (un acto de) limpieza étnica”. Apoyaron además la propuesta del presidente palestino Mahmud Abás de convocar una conferencia internacional de paz que impulse una solución basada en dos estados.
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Abás aprovechó el escenario para pedir a Hamás que ceda el control de Gaza a la Autoridad Palestina, un llamado que refleja las tensiones internas palestinas desde 2007, cuando el grupo islamista asumió el poder en el enclave. Mientras tanto, El Sisi reveló que Egipto, junto a Qatar y EE.UU., impulsa negociaciones para un nuevo alto al fuego, tras lograr la liberación del rehén israelí-estadounidense Edan Alexander.
El evento fue opacado por la reciente gira del expresidente estadounidense Donald Trump por la región, que incluyó un encuentro con el mandatario sirio Ahmad al-Sharaa, exinsurgente suní y figura polémica para las milicias chiíes iraquíes. Aunque Trump prometió aliviar sanciones a Siria, su visita no logró avances concretos en Gaza. Siria, representada en Bagdad por su canciller Asaad al-Shibani, recibió el respaldo árabe para su “unidad y reconstrucción”, mientras se condenaron los recientes ataques israelíes en su territorio.
Tras la cumbre, un funcionario iraquí anónimo reveló que el comandante iraní Esmail Ghaani visitó Bagdad para respaldar las negociaciones nucleares entre Irán y EE.UU., clave para aliviar sanciones que ahogan a Teherán. La declaración final también celebró el posible levantamiento de sanciones occidentales a Siria, lo que —según los líderes— aceleraría la recuperación de un país devastado por más de una década de guerra.