“Vamos a seguir bailando”: la historia de amor y supervivencia en la tragedia de Jet Set, Santo Domingo
Una pareja dominicana fue rescatada de entre los escombros tras el colapso de la discoteca Jet Set, donde varios de sus amigos perdieron la vida. “Es un milagro que estemos vivos”, afirman conmovidos.
Una noche de fiesta que se volvió tragedia
Lo que sería una velada de merengue y alegría terminó en una de las noches más oscuras para la comunidad de Santo Domingo. Marisol Chala y Víctor de la Cruz, una pareja que compartía 37 años de amor y baile, acudieron junto a sus amigos a la discoteca Jet Set, un famoso lugar de encuentro para quienes aman el ritmo dominicano y los Lunes de Merengue.
Ese 8 de abril, el cantante Rubby Pérez animaba el escenario cuando, sin previo aviso, el techo colapsó, atrapando bajo los escombros a decenas de personas.
Atrapados bajo los escombros: “Mari, adiós”
Marisol quedó sepultada desde las rodillas hacia abajo y solo podía escuchar gritos. Su desesperación aumentó al no recibir respuesta de su esposo, Víctor. Sin embargo, otra joven atrapada entre los restos la tranquilizó: “Tu esposo está vivo, se está moviendo”.
Víctor, por su parte, recuerda haber quedado completamente enterrado, apenas pudiendo respirar. “Recé el último Padre Nuestro y le dije a mi esposa: ‘Mari, adiós’”, narró conmovido.
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Un rescate entre milagros y pérdidas
Fueron dos policías quienes lograron mover la pesada estructura que lo aprisionaba. Una vez libre, Víctor solo necesitaba aire, mientras observaba la devastación a su alrededor. Ambos fueron trasladados de emergencia al Hospital Darío Contreras, donde aún intentan procesar lo sucedido.
Pese al dolor, la pareja ha decidido honrar a quienes perdieron la vida con alegría: “Vamos a seguir adelante, vamos a seguir bailando, porque ellos hubieran querido eso”.
Una historia que conmueve al mundo
El derrumbe en la discoteca Jet Set no solo dejó heridas físicas, sino también una cicatriz emocional en la comunidad dominicana y en toda América Latina. La historia de Marisol y Víctor es un recordatorio de la fragilidad de la vida, pero también del poder del amor, la resiliencia y la esperanza.
