Hay ingredientes que utilizamos a diario en nuestras comidas y que, aunque son fundamentales para darle sabor a los alimentos, su consumo en exceso puede traer efectos perjudiciales para la salud.
Precisamente, abusar de algunos condimentos incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades graves, entre las que se incluyen ciertos tipos de cáncer. En Menú te decimos cuál debes evitar, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué condimento puede causar cáncer?
El condimento al que nos referimos es la sal. Además de realzar el sabor de nuestros platillos, desempeña un papel importante en la conservación de carnes, pescados y mariscos.
A pesar de que en pequeñas cantidades es útil para el cuerpo, su consumo excesivo puede acarrear graves consecuencias.
Por lo anterior, la OMS recomienda que su ingesta en adultos no sea mayor a 5 g al día, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita. Y para los menores de 10 años, la cantidad máxima de sodio no debe superar los 4 g diarios.
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¿Por qué es tan perjudicial la sal? Según explica un artículo de la OMS, el aumento de la presión arterial es uno de sus principales efectos, pero también advierte sobre el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer de estómago.
Al respecto, un informe de la Instituto Nacional de Salud Pública señala “la sal puede dañar directamente la mucosa gástrica y promover la formación de compuestos N-nitrosos, potencialmente cancerígenos, así como la infección por H. Pylori.7”.
Por su parte, la American Cancer Society explica que el riesgo de padecer cáncer de estómago es mayor en personas cuyas dietas incluyen “grandes cantidades de alimentos preservados con sal, como carnes y pescados salados, y verduras encurtidas”.
Y eso no es todo, sino que dicho condimento puede empeorar otras condiciones de salud, como el asma, la osteoporosis, los cálculos renales y la insuficiencia renal.
¿Qué alimentos tienen mucha sal?
La OMS recomienda tener el control sobre el consumo de sal, ya que muchas veces podemos rebasar las dosis seguras sin darnos cuenta. Y es que el sodio no solo viene de las recetas que preparamos, sino de una variedad de alimentos procesados.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, algunos de los alimentos que adquirimos en el supermercado contienen niveles elevados de sodio, por ejemplo:
- Salsas embotelladas.
- Cereales para el desayuno.
- Galletas.
- Tortillas de harina.
- Tostadas de maíz.
- Alimentos enlatados.
- Palomitas para microondas.
- Cacahuates.
- Aderezos.
- Botanas.
Para evitar ingerir altas dosis de sal, la Fundación Cardiológica Argentina y la Profeco aconsejan reducir el consumo de alimentos procesados. Y en las comidas, este condimento puede sustituirse con hierbas aromáticas o especias como la pimienta, el comino y la cúrcuma.
Finalmente, recuerda revisar el etiquetado de los productos para que tomes una decisión informada sobre su consumo.
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