Cerro de la Señorita: la leyenda de una desaparición que sigue viva en Jaltenango
El mítico cerro chiapaneco guarda una historia ancestral de misterio y valentía que ha pasado de generación en generación, convirtiéndose en un símbolo de identidad local.


En Jaltenango, el Cerro de la Señorita es mucho más que un accidente geográfico: es el escenario de una leyenda que narra la desaparición de una joven en tiempos de las antiguas haciendas. Entre relatos orales, ecos en la montaña y tradiciones que perduran, esta historia sigue cautivando a las generaciones actuales.
Entre los imponentes paisajes de Jaltenango, en el corazón de Chiapas, se alza el Cerro de la Señorita, un lugar envuelto en misterio y tradición oral. Su nombre proviene de una leyenda ancestral que ha sobrevivido al paso del tiempo, transmitida de padres a hijos y contada una y otra vez en los alrededores del pueblo.
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El relato se remonta a la época de las antiguas haciendas, cuando frailes y administradores supervisaban vastas extensiones de tierra en la región. Se dice que una familia proveniente de San Cristóbal o Comitán emprendió un viaje hacia las montañas, acompañada por el encargado de la finca y algunos trabajadores. Entre ellos viajaba una joven valiente y amante de la naturaleza, acostumbrada a cabalgar entre cerros y senderos.
Tras varios días de recorrido, el grupo llegó al Cerro de La Bola, donde acamparon cerca de una cueva de la que —según los lugareños— provenían sonidos semejantes a los de un poblado escondido. Al amanecer, la joven y su acompañante decidieron explorar el sitio, pero solo el muchacho regresó, herido y sin su caballo, relatando que la joven había desaparecido repentinamente.
A pesar de las intensas búsquedas y los fuegos encendidos para intentar guiarla de vuelta, nunca se halló rastro de ella ni de su montura. Con el paso del tiempo, el pueblo comenzó a creer que la montaña la había “encantado”, y desde entonces el lugar fue conocido como el Cerro de la Señorita.
Los habitantes aseguran que aún se escuchan sonidos misteriosos: relinchos, cantos de gallos o gritos de animales que provienen del interior de la montaña, reforzando la creencia de que el espíritu de la joven sigue presente.
Hoy, entre pinos, ocotes y robles, la leyenda continúa viva. Lo que alguna vez fue un relato de desaparición se transformó en un mito que combina valentía, tragedia y misticismo, y que representa el lazo profundo entre la gente de Jaltenango y sus montañas.
El Cerro de la Señorita es, hasta hoy, un símbolo del misterio chiapaneco, donde historia y tradición se funden para mantener viva la magia del pasado.







