Cine Alameda: el legado cultural que marcó a Tuxtla Gutiérrez
De ícono del entretenimiento a recuerdo histórico en la capital chiapaneca


El Cine Alameda, inaugurado en 1940, fue un ícono del entretenimiento en Tuxtla Gutiérrez, destacando por su modernidad y vida social, hasta que su cierre definitivo en 2001 marcó el fin de una era cultural en la capital chiapaneca.
Un referente de la vida social y cultural
Inaugurado en 1940, el Cine Alameda se consolidó como un referente cultural y de entretenimiento en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. En sus primeros años, destacaba por sus instalaciones modernas y equipos de proyección de vanguardia, lo que lo convirtió en un punto de encuentro para jóvenes y familias. Su apertura coincidió con paseos por la plaza central, música de marimba en el kiosco y la convivencia en las refresquerías cercanas a la Catedral de San Marcos.
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Declive y competencia
Con el tiempo, el Alameda comenzó a perder preferencia debido a la falta de modernización. En la década de 1980 proyectaba películas de menor calidad, y la competencia de cinemas locales como Gemelos y Bonampak redujo aún más su público. Posteriormente, la llegada de grandes cadenas como Cinépolis y Cinemark aceleró su cierre, que se concretó en 2001, tras más de seis décadas de historia.
Recuerdos de un ícono
Fotografías de la época muestran la vigencia del cine Alameda a lo largo de los años, como el anuncio de la película Los invasores vikingos (1964), protagonizada por Richard Widmark y Sidney Poitier. Hoy, el espacio que alguna vez albergó este símbolo cultural funciona como tienda de conveniencia, reflejando el contraste entre el pasado y presente de Tuxtla Gutiérrez.