Bebidas tradicionales de Chiapas: sabores que cuentan la historia de un estado
Del café de altura al refrescante pozol, el pox ceremonial y otras delicias, estas bebidas capturan la esencia cultural y gastronómica chiapaneca.
En Chiapas, la tradición no solo se saborea en sus platillos, sino también en sus bebidas. Café aromático, pozol refrescante, pox ceremonial, tascalate colorido y licuado de coco cremoso conforman una oferta única que conecta historia, identidad y sabor.
Una tradición que se bebe
Chiapas, reconocido por su diversidad cultural y natural, ofrece un recorrido sensorial a través de sus bebidas. Desde los Altos hasta la Costa, cada sorbo revela siglos de mestizaje, técnicas ancestrales y creatividad local.
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Café chiapaneco: el aroma que conquistó el mundo
Cultivado en regiones como Tapachula, entre 600 y 1,250 metros sobre el nivel del mar, el café chiapaneco se distingue por su aroma y sabor excepcionales. Su calidad ha ganado reconocimiento internacional y puede disfrutarse en la Ruta del Café o adquirirse en mercados locales y cafeterías reconocidas.
Pozol: frescura con identidad
El pozol, elaborado con masa de maíz y agua, o con cacao en su versión más dulce, es la bebida predilecta para mitigar el calor. Acompañado de cacahuates enchilados o frutas, es parte esencial de la vida cotidiana en plazas y parques chiapanecos.
Pox: el espíritu de los Altos
Destilado de maíz, caña y trigo, el pox tiene un profundo significado ritual y cultural en los Altos de Chiapas. Hoy, además de su uso ceremonial, se sirve en bares especializados como La Poshería en San Cristóbal de Las Casas.
Tascalate: color, dulzura y tradición
Con su distintivo tono rojizo, el tascalate combina maíz, cacao, canela, azúcar y achiote. Esta mezcla tradicional puede disfrutarse en restaurantes o prepararse en casa con el polvo que se vende en mercados y tiendas en línea.
Licuado de coco: cremosidad tropical
El licuado de coco, elaborado con leche, leche de coco, coco rallado, azúcar y un toque de clavo, es una bebida que refleja la riqueza tropical del estado. Común en puestos y restaurantes, es una opción irresistible para quienes buscan un sabor intenso y dulce.
