San Juan Chamula: misterio y tradición en los Altos de Chiapas
Un destino donde lo sagrado maya-mexicano cobra vida entre rituales, color y cultura viva

Elevado a más de 2 260 m en los Altos de Chiapas, a apenas 10 km de San Cristóbal de las Casas, San Juan Chamula es un enclave mayoritariamente tzotzil que ha conservado intactas sus costumbres prehispánicas y su gobierno autónomo por usos y costumbres.
El corazón del pueblo es la imponente Iglesia de San Juan Bautista, testimonio de un sincretismo religioso único, donde elementos católicos conviven con rituales ancestrales en un espacio cargado de misticismo.
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Al interior del templo es imposible ignorar el aroma a copal y pino, mientras el suelo se cubre con agujas y las velas se encienden en ofrenda, acompañadas de cánticos en tzotzil, consumo de pox o Coca-Cola y hasta sacrificios de animales para sanar el espíritu. El ritual cobra una atmósfera casi surrealista: no hay bancas, las familias oran de rodillas y los “mayoles”, autoridades tradicionales, cuidan el respeto al interior.
Cada domingo, la plaza se transforma en un mercado de textiles y artesanías de lana y madera. Durante el Carnaval del “Fuego Nuevo” o K’in-Jimultik —que celebra la fertilidad y el inicio del año agrícola—, Chamula cobra vida con danzas, música tradicional y centros ceremoniales que iluminan la fe de sus habitantes
San Juan Chamula ofrece al visitante una ventana al pasado y una lección de respeto cultural: aquí, las creencias se viven intensamente y cada acto ritual enseña el valor del patrimonio vivo.