Conmoción tras muerte del Párroco Marcelo Pérez
En San Cristóbal de las Casas, fue ultimado a balazos el párroco Marcelo Pérez, quien fue de suma importancia en la lucha de la paz de los pueblos indígenas, los derechos humanos y la reconciliación de los pueblos, por lo cual, su deceso causó conmoción entre la población de la región, la cual acudió a despedir al prelado.
Fue tras oficiar una misa en la iglesia del barrio Cuxtitalli, cuando hombres a bordo de una motocicleta dispararon contra el párroco y su unidad, hecho que alertó a la feligresía.
De acuerdo a versiones de personas del lugar, el párroco subió a su unidad y arrancó, los disparos le quitaron inmediatamente la vida, tras pesarse el cuerpo por la muerte el acelerador siguió la marcha del automóvil por lo que tuvieron que socorrerlo; por estos hechos, feligreses católicos colocaron flores y velas en dos puntos de la calle Las Peras, uno, donde fue atacado y otro, donde paró el vehículo.
Luego de las investigaciones de las autoridades en el lugar, el cuerpo fue trasladado a la subdirección de Servicio Periciales de la Fiscalía del Distrito Altos, lugar a donde familiares, personas de Derechos Humanos y servidores de la iglesia llegaron para dar acompañamiento a los familiares tras el reconocimiento del cuerpo.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo informó: “El vehículo tiene disparos, (su cuerpo presenta) varios disparos de arma que le provocaron la muerte inmediata; él buscaba la paz con verdad y con justicia, tenía enemigos porque no querían ese estilo del padre, porque él quería que hubiera justicia, que hubiera paz, la defensa de los más desprotegidos y más necesitados”.
Tras el reconocimiento del cuerpo, los familiares llevaron en peregrinación los restos del párroco hasta la iglesia de Guadalupe, en donde se le ofició una misa en su honor.
ÚLTIMA PEREGRINACIÓN
Como parte de la lucha con el pueblo creyente, el párroco participaba en marchas por La Paz, en esta ocasión con su cuerpo peregrinaron por las principales calles de San Cristóbal pidiendo justicia por los hechos registrado, y paz para los pueblos.
Previo a la llegada de la iglesia, párrocos ya esperaban a las faldas del parque para recibir el cuerpo del padre; con gritos de justicia y vivas, familiares y feligreses entregaron el ataúd para celebrar la misa de cuerpo presente.
“Por el eterno descanso, descanse en Paz, que nuestro hermano Marcelo y todas las víctimas inocentes de la historia, por la misericordia de Dios descansen en paz”, exclamaron en el recibimiento.
El cuerpo era cargado por sus hermanos, sobrinos y familiares quienes llevaron el féretro hasta la iglesia y se lo entregaron al obispo; la feligresía lloraba y buscaba tocar el ataúd.
DESOLACIÓN
Sayula, es integrante del pueblo creyente de Iglesia Católica de Chiapas, quien externó conmocionada: “Me siento con dolor, pero a la vez me siento con fuerza porque él no era muerto, él vive, él aquí va estar siempre, su legado será perpetuo, para mí era un gran profeta que Dios nos mandó aquí, como Tatik, que nos lo querían quitar, pero solo sucede cuando Dios así lo permite, pero son hombres que su legado los mantiene vivos en la fe de la iglesia”.
El obispo de la arquidiócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, dentro de la misa externó: “me lo dijo varias veces, para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia… y ahora porque así Dios lo ha decidido, ha terminado la vida terrena del padre Marcelo, pero queda su testimonio, su testimonio y su palabra… pedimos que se investigue y se encuentre a los culpables, eso sí, por parte de la iglesia perdonamos pero que recapaciten, que con odio no se construye la Paz”, sostuvo.
INICIA FGE INVESTIGACIONES
La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía de Asuntos Especiales y Distrito Altos inició las investigaciones en contra de quién o quiénes resulten responsables del delito de homicidio en agravio del padre Marcelo.
La Conferencia del Episcopado Mexicano, condenó los hechos, dijo que el asesinato del párroco Marcelo que priva la voz profética que luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas.
Dijo que este acto de violencia no solo afecta a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, sino que hiere a toda la Iglesia en México y a la sociedad en su conjunto, especialmente en una región que hoy vive situaciones delicadas de violencia y pugna entre grupos del crimen organizado.
La Arquidiócesis de Tuxtla lamentó profundamente el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez.
“Nuestro corazón está lleno de incertidumbre e indignación. Con profunda esperanza acompañamos con nuestra oración y firme petición de justicia a la diócesis de San Cristóbal, a su obispo, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, y al pueblo de Dios al que padre Marcelo sirvió con tanta alegría y caridad. Reiteramos nuestra posición de rechazar todo tipo de violencia, venga de donde venga, como medio para superar las contradicciones humanas. Rogamos a nuestro buen Dios, que la sangre de nuestro hermano Marcelo riegue el surco de la paz, la justicia y la dignidad”.
UN MEDIADOR POR LA PAZ
El párroco Marcelo Pérez Pérez, fue un sacerdote indígena de la etnia tzotzil, originario de San Andrés Larrainzar, mediador de conflictos sociales de municipios como Bochil, Somojovel y en últimas fechas del municipio de Pantelhó en donde grupos armados se disputan el poder económico y municipal.
Fue promotor de las marchas por la paz y seguridad en conjunto con la feligresía que integra el pueblo creyente católico, una asociación de cientos de indígenas de las 13 etnias que integran la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Fue párroco por 10 años en Chenalhó; 10 años en Simojovel, y dos años y medio en la parroquia de Guadalupe, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
El pasado 13 de septiembre participó en la ‘Marcha por La Paz‘ en Tuxtla Gutiérrez, donde más de 20 mil personas exigieron un alto a la violencia en el estado.
Fungía como párroco de la Iglesia de Guadalupe, lugar al que se dirigía luego de oficiar una misa en la iglesia “El dulce nombre de Jesús”. Su cuerpo será trasladado por sus familiares al municipio de San Andrés Larrainzar, de donde era originario.
