En Chiapa de Corzo, agricultores se unen para realizar enrames con las mejores cosechas del año, este tributo es llevado a la iglesia del Señor del Calvario en agradecimiento por las bendiciones otorgadas en el año, una tradición ancestral que heredaron los indígenas Chiapa.
Marianao Nanguse Escobar, es maestros de tradiciones nos explico “antes de los españoles , los Chiapa hacian enramas y las mujeres preparaban un pan a base de yuka que era el pan que se acostumbraba en esta región, seleccionaban las mejores frutas para donar, primero se realiza la escalera con hoja de tempisque para después ir colocando la lima que previamente fue colocada en cadenas, después de la lima se colocan las frutas grandes, piñas, sandia, pencas de guineo y se le coloca manzanas y manzanitas, limas y limones todos productos cultivados en la región”.
En este lugar se reuńen pobladores de la rivera de Nadambúa y familiares que terminado los arreglos de la enrama, caminan cerca de dos kilometros y medio para llegar a la iglesia del Señor del Calvario y agradecerle por un año de cosechas y bendiciones para ellos y sus familias.
Rosendo Domínguez tiene mas de cien años y aun recuerda que venia junto a sus padres, una tradición que le heredaron y busca mantener, aunque ya no puede caminar bien y sus fuerzas se han demeritado participo este año para el un agradecimiento a la vida “contento, contento porque es mi barrio de por si desde hace tiempo, venimos a eso ha hacer la enrama aqui nos dan pozol y comida todos convivimos y la union es importante, dejamos todo el trabajo, la casa tirada por agradecer al señor” relato don Rosendo.
Antes de salir de la casa que resguarda el Santo, comienzan rezando y ofreciendo esta entrega, agradecen la vida, los alimentos y la provisión del año todos juntos y en familia Artemio Ricardo es participe en la enrama es agriculor de la zona “le ofrecemos al señor del Calvario la enrama, se compone de un agradecimiento al señor que como agricultor escogemos a fruta mas bonita, mas bien. y ya la traemos y llevaras al señor a devolverle para que nos eche la bendición para el año que viene”.
Al finalizar las fiestas, toda esta fruta se vende para gastos de la iglesia , es una labor que a pesar de lo complejo todos disfrutan acompañados de la musica de tambor y pito doce hombres ponen en sus hombros un peso importante para cargar estas ofrenda que lo van distribuyendo entre varios hombres que participan hasta llegar a la iglesia y poder ofrecer con fe la ofrenda en honor a su santo.
