Evelyn Pinot Campos, una joven estudiante de la escuela de derecho en Tapachula, creadora del proyecto de polinizadores urbanos, ganadora del premio Slingshot Challenge 2024, que otorga la National Geographic Society, declaró en exclusiva para “El Momento en Chiapas”, afirmando que es ferviente defensora del medio ambiente.
Manifestó que el premio se le otorgó por defender y luchar por mejorar el medio ambiente, así como el rescate de la flora y fauna polinizadora en la costa del Soconusco, ya que, durante varios años ha venido trabajando para la conservación de los animalitos como los colibrís, las abejas, mariposas y otros, que ya es raro verlos en las ciudades.
Explicó que la desaparición de los pájaros, mariposas y abejas, así como un sinnúmero de animales e insectos se debe a la desaparición de grandes extensiones de áreas verdes, las que han sido destruidas para dar paso a una modernidad que nos está llenado de cemento.
Tampoco hay muchas flores dentro de las ciudades, por eso, ella y un grupo de jóvenes que le ayudan están creando espacios en los patios de las escuelas, los baldíos abandonados, y en cualquier lugar cualquier lado en donde hay sol y espacio se pueden hacer jardines polinizadores que son importantes para la conservación y reproducción de los diferentes tipos de fauna silvestre, afirmó Evelyn Pinot Campos.
Argumentó que también están trabajando con diferentes especies de mariposas a quienes se les crean lugares para que pongan sus huevos que se convierten en orugas y se reproduzcan como mariposas; mencionó que a Tapachula llegaron algunas mariposas monarcas y lograron crear subespecies que desovaron huevos de 20 orugas diferentes, las que al reproducirse fueron liberadas en pleno centro de esta ciudad fronteriza de Chiapas, apuntó la ambientalista.
Finalmente, dijo que la idea es lograr crear un santuario para toda clase de mariposas, una especie de mariposario a cielo abierto; añadió que en esta región de la costa se sufre el efecto de “Isla de calor”, que provoca sensaciones térmicas elevadísimas que ha superado los 40 grados, de ahí la necesidad de sembrar árboles y no talarlos o destruirlos;concluyó recordando una frase que sentencia a la humanidad:”Hasta que el último árbol no sea cortado, hasta que el último río no sea envenenado, no vamos a darnos cuenta que el dinero no se come”.
