El sector de restaurantes fue uno de los más golpeados durante la contingencia sanitaria que vivimos hace apenas algunos años.
Aunque a la fecha se ha logrado alcanzar niveles de actividad económica similares a los de antes de la pandemia, aún persiste una preocupante falta de generación de empleos, según señaló Guillermo Acero Bustamante, presidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
Explicó que el 2022 fue un año complicado debido al incremento en los precios de los insumos de la industria, una tendencia que se esperaba que continuara en el 2023, pero sorprendentemente no fue así, ya que algunos insumos registraron aumentos de hasta un 80%.
Esta situación llevó a muchos restaurantes a aumentar los precios en sus cartas para hacer frente a los costos.
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Para este año, los afiliados a Canirac tienen la intención de volver a incrementar los precios de los menús, pero desde la organización se insiste en explorar otras estrategias, ya que un aumento en los precios podría limitar la afluencia de clientes a los negocios.
Además, Acero Bustamante destacó la preocupante situación de la informalidad en el sector, la cual, lejos de disminuir, ha aumentado.
Esto se debe en parte a los altos costos de los permisos necesarios para operar legalmente. Por ello, hizo un llamado a las autoridades para trabajar en conjunto en la regulación de la informalidad, ya que esto beneficiaría a todos, incluido el Estado, al incrementar los ingresos fiscales.
A pesar de los desafíos, Acero Bustamante señaló que ningún socio de la Cámara tuvo que cerrar su negocio gracias al apoyo brindado por la organización, que ofreció acompañamiento para rediseñar estrategias y enfrentar la crisis.
Canirac también proporciona capacitaciones y asesorías constantes en temas como publicidad, economía y manejo de alimentos, reconociendo que volver a abrir un negocio después de cerrarlo es una tarea ardua.