Rutina de un repartidor en moto en Tuxtla Gutiérrez: jornadas, desafíos y vivencias
En las calles de Tuxtla Gutiérrez, es cada vez más frecuente observar a repartidores en motocicleta en plena acción, gracias al crecimiento de aplicaciones de entrega a domicilio como Deli, Rappi, Didi, Uber Eats y Pídelo con Jaría.
Estas plataformas han ganado popularidad entre los habitantes de la ciudad. Un estudiante que también trabaja como repartidor compartió sus vivencias diarias en esta ocupación.
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Comentó que su jornada laboral comienza a las 10:00 de la mañana, aunque la cantidad de pedidos puede variar según el día. En las primeras horas de su turno, a veces debe esperar hasta dos horas para recibir su primer encargo, y su día de trabajo concluye a las 5:00 de la tarde.
Este empleo le permite pagar sus estudios, por lo que se ha fijado un límite de 8 horas diarias. No obstante, si dispone de tiempo adicional, también trabaja por las noches, ya que algunas aplicaciones permiten hacer entregas hasta las 11:00 de la noche.
Respecto a los riesgos, señaló que alrededor de las 4:00 de la tarde, durante la hora pico, el tráfico se congestiona y aumenta la cantidad de personas en movimiento, lo que puede ser peligroso.
Además, cuando llueve, los peligros se incrementan, ya que las condiciones de la carretera pueden llevar a accidentes si las llantas de las motos no están en buen estado.
Sin embargo, las noches resultan beneficiosas para los repartidores en motocicleta, ya que la demanda de pedidos aumenta y las aplicaciones suelen ofrecer tarifas más atractivas.
Rutina de un repartidor en moto en Tuxtla Gutiérrez: jornadas, desafíos y vivencias
El tráfico también fluye con mayor facilidad en comparación con las horas pico. No obstante, los fines de semana deben ser cautelosos debido a la presencia de conductores ebrios que suelen circular a altas velocidades.
Otro aspecto importante es la puntualidad en la entrega de los pedidos, ya que algunas aplicaciones establecen límites de tiempo. Si un repartidor excede el tiempo estipulado, el pedido se reasigna a otro repartidor presente en la zona.
En ocasiones, las personas cancelan pedidos, pero en la aplicación, el pedido se borra y, al cancelarlo, el repartidor debe asumir el costo. Esto se debe a que son pocas las tiendas que se responsabilizan por estos gastos. La vida de un repartidor en motocicleta en Tuxtla Gutiérrez es un constante equilibrio entre horarios, riesgos y experiencias únicas, donde cada día trae consigo desafíos y oportunidades.
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