En Chiapas existen comunidades en donde no ser católico es muy peligroso, la ignorancia e intolerancia de los habitantes de algunas zonas, los llevan a cometer delitos graves al amparo de la ley de usos y costumbres con la que se rigen.
Así sucedió hace pocos días en el ejido Berlín, en el municipio de Simojovel en esta entidad fronteriza, donde la mayoría de los habitantes son católicos tradicionales, quienes hace pocos días detuvieron por la fuerza a Gilberto Díaz Pérez, pastor evangélico que predicaba las interpretaciones bíblicas y se negaba a cooperar para sostener la fiesta tradicional de esa comunidad.
El evangélico y su familia fueron detenidos y encarcelados, exigiéndoles una multa de seis mil pesos para liberarlos, demostrando la intolerancia religiosa que existe en esos lugares de los Altos de Chiapas, según algunos representantes de la Iglesia Nacional Presbiteriana que llegaron a negociar la libertad de sus hermanos en Cristo.
Francisco Javier Napavé Chanona, presidente del Consejo Interreligioso de Chiapas, lamentó lo ocurrido al pastor Gilberto Díaz y su familia, así como a otros integrantes de su iglesia, por lo que considera que estas actitudes ya no deben de existir en Chiapas, en donde se debe de informar a las comunidades indígenas sobre el valor de los derechos humanos y la libertad.
Napavé Chanona, opinó que el gobierno chiapaneco a través de la dirección de asuntos religiosos, debe realizar foros en esas comunidades, con el objetivo de construir la paz y el entendimiento, para prevenir situaciones como la de Simojovel.
Abdías Tovilla, pastor y representante legal de la Iglesia Presbiteriana en la República Mexicana, dio a conocer que el pastor Gilberto Díaz Pérez salió de esta experiencia muy delicado de salud;sobre este incidente lo calificó de ‘mañas y costumbres’, las que amparan estos atropellos sobre aquellos que profesan una fe distinta,porque se niegan a dar dinero para sostener sus borracheras,algo que en algunas comunidades aún les parece imperdonable,concluyó diciendo.
