Este martes, trabajadores del Colegio de Bachilleres de Chiapas (COBACH) llevaron a cabo una protesta en la entrada principal del Congreso del Estado para denunciar despidos injustificados y presunta corrupción en la institución educativa.
La manifestación incluyó un simbolismo impactante, ya que muchos de los manifestantes tenían la boca sellada con cinta y algunos incluso se extrajeron sangre para regarla en una manta, simbolizando la mancha de sangre y corrupción que consideran afecta a Chiapas.
Según los manifestantes, al menos 15 planteles del COBACH en Chiapas no han iniciado clases en el ciclo escolar 2023-2024, lo que afecta a aproximadamente 15 mil alumnos en distintos municipios.
El dirigente del sindicato, Alex Ocaña Duque, acusó a la Secretaría de Educación, a cargo de Rosa Aidé Domínguez Ochoa, de mantener silencio ante las supuestas arbitrariedades del director general del COBACH, Jorge Luis Escandón Hernández.
Ocaña Duque denunció la falta de respuesta adecuada a sus solicitudes de diálogo y mesa de trabajo y señaló que la administración del COBACH ha violado los derechos laborales de los trabajadores, al ofrecer cambios de espacios por espacios, lo que consideran un atropello. También acusaron a los directivos de saquear la institución al cobrar cuotas de inscripción y vender libros de texto, a pesar de que la educación es gratuita según la Constitución.
En el último año, siete trabajadores han sido despedidos y se han iniciado cien procedimientos administrativos en contra del director del COBACH, según el sindicato. Los manifestantes advirtieron que seguirán con las movilizaciones y no descartan la posibilidad de una huelga de hambre.
Exigen respeto a sus derechos laborales, transparencia en la gestión del COBACH y un diálogo constructivo para resolver los problemas que han llevado a la falta de inicio de clases en varios planteles.
