

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha anunciado que su simulador para la declaración anual de personas físicas estará disponible hasta el 31 de marzo. Los contribuyentes tendrán desde el 1 hasta el 30 de abril para cumplir con esta importante obligación fiscal.
Este simulador proporciona una vista previa de la información prellenada en el sistema, permitiendo a los usuarios revisar cualquier actualización o mejora realizada. Es crucial utilizar esta herramienta para evitar complicaciones derivadas de datos o comprobantes fiscales faltantes en la presentación de la declaración.
El SAT destaca que el simulador permite verificar los ingresos, gastos, deducciones autorizadas, retenciones, pagos provisionales y saldos a favor, en caso de existir. Esto proporciona a los contribuyentes la tranquilidad de que todo está en orden.
Es importante recordar que la omisión en la presentación de la declaración anual, el uso incorrecto de la e.firma, el incumplimiento de las obligaciones fiscales y cualquier error en la información presentada pueden tener consecuencias para el contribuyente, incluso si es realizado por un contador público.
Armando González Arroyo, titular de la Delegación Chiapas de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), enfatiza que el control de la situación fiscal no depende únicamente del contador o fiscalista. Aunque estos profesionales brinden apoyo en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, cada contribuyente debe tener conocimientos sobre el tema.
González Arroyo subraya la importancia de prevenir contingencias cumpliendo con los preceptos legales y declarando correctamente los ingresos y egresos. La omisión en la presentación de la declaración puede acarrear sanciones económicas significativas.
En conclusión, se recalca la importancia de que todos los contribuyentes estén informados sobre los cambios en materia fiscal. Dependiendo de la complejidad de los ingresos, puede ser necesario contar con la asesoría de un contador o fiscalista.
El SAT tiene la facultad de verificar el cumplimiento de las disposiciones fiscales, tanto para personas físicas como morales, a través de diversas herramientas como visitas domiciliarias, revisiones de gabinete o escritorio, e incluso auditorías electrónicas.