
En Chiapas los investigadores buscan frenar la deforestación de los bosques y las selvas con que cuenta el estado, le apuestan a sembrar bambú una planta a la que se le puede dar muchos usos, dijo Alberto Vázquez Constantino, presidente del CIESEM.
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Mencionó que Chiapas es un bastión para la producción de bambú, una alternativa versátil y respetuosa con el medio ambiente, añadiendo que esta entidad alberga la posibilidad de cultivar 14 especies diferentes de esta planta, todas pertenecientes a la familia de las gramíneas, cuyo aspecto es crucial, ya que estas plantas ofrecen una solución sostenible para la industrialización, eliminando la necesidad de talar árboles y preservan el ecosistema.
Explicó que el bambú cuenta con un potencial que abarca desde la fabricación de tablas y pisos para la construcción hasta productos biodegradables para la industria restaurantera y más allá, se presenta como un recurso invaluable que puede transformar la economía local sin comprometer los bosques y selvas.
Manifestó el investigador que una de las principales ventajas del bambú radica en su capacidad para la retención de agua y suelo, además su sistema radicular eficiente contribuye a la prevención de la erosión y la regeneración del suelo, ofreciendo beneficios ambientales que trascienden las fronteras de la industria.
Finalmente, afirmó que la iniciativa de impulsar la industrialización del bambú no solo beneficia a los productores locales sino también a los industriales, generando empleo, aseveró.