Arquitectura de otro mundo: Koutammakou, el tesoro de barro que guarda la historia de Togo


Más allá de la costa, Togo, un país de África Occidental, esconde una joya arquitectónica que te transporta a otra época. Se trata de Koutammakou, un paisaje cultural que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su diseño único de casas-torre de barro, lazos ancestrales y rituales que se mantienen vivos, lo convierten en un destino imperdible.


Koutammakou: El hogar de los Batammariba
Koutammakou es el hogar de la comunidad Batammariba (o Tamberma), un grupo étnico que ha conservado su arquitectura y su estilo de vida tradicional. La región, que se extiende por la frontera entre Togo y Benín, es un paisaje cultural donde las casas-torre de barro, conocidas como tatas, se alzan como fortalezas. Estas estructuras, que se construyen en dos pisos, sirven como casas, graneros y refugios para el ganado, lo que las convierte en un modelo de arquitectura funcional y sostenible.
El origen de las ‘tatas’: Fortalezas de barro y sabiduría ancestral
El diseño de las tatas se remonta a siglos. Las casas-torre, que se construyen con barro y madera, tienen una arquitectura que se adapta al clima y a las necesidades de la comunidad. Las paredes de barro son frescas en verano y cálidas en invierno, y el diseño de la casa, que tiene una terraza para dormir, permite a los habitantes refugiarse de los ataques. El tata es, en esencia, una muestra de la sabiduría ancestral de los Batammariba.
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Un paisaje cultural y un patrimonio de la humanidad
La UNESCO declaró a Koutammakou Patrimonio de la Humanidad por su valor cultural y su arquitectura única. El paisaje es una muestra de la profunda conexión que existe entre la comunidad Batammariba y su entorno. La conservación de las tatas y de los rituales de la comunidad es un recordatorio de que la historia y la cultura son un tesoro que se debe proteger.
Turismo sostenible: Un modelo de conservación para Togo
El gobierno de Togo y las comunidades locales han adoptado un modelo de turismo sostenible para proteger Koutammakou. El acceso a las tatas está regulado, y se exige a los visitantes la compañía de guías locales que se encargan de educar a los viajeros sobre la importancia de la conservación. Este modelo busca generar ingresos para las comunidades sin dañar el ecosistema.