Flores, dragones y algo más…

Estamos transitando aún la energía de la Luna Llena en Acuario, del pasado 19 de agosto, y nos va a seguir acompañando en los procesos energéticos que estamos transitando a nivel individual y colectivo.

El signo de Acuario, forma parte del Elemento Aire. Dicho Elemento, nos invita a observar desde una nueva panorámica y perspectiva nuestra forma de pensamiento y qué es aquello que nos está limitando en los procesos de expansión de nuestro Ser.

Por otro lado, la Energía Acuariana nos invita a liberarnos de todo tipo de estructura y a permitirnos salir de nuestra zona de confort para promover el cambio.

No sólo invita a cambios individuales sino también veremos que esta luna viene a movilizar las energías presentes en el colectivo. Por otro lado, nos sigue acompañando Mercurio  Retrógrado hasta el 28 de agosto, asistiéndonos en los procesos personales de revisión de aquellos aspectos de nuestro Ser que debo reconocer, aceptar y empoderar.

La Luna Llena representa la culminación de un ciclo de seis meses. Por lo que nos encontramos en un período de cierre de ciclos y comienzo de uno nuevo y por otro lado, la culminación o cumplimiento de una intención realizada con anterioridad.

Las Lunas Llenas son períodos de florecimiento y cosecha, por ello hay que agradecer y soltar aquello que sintamos que ya no resuena con nuestra nueva versión.

Deja ir lo que tiene que morir, recuerdo esa sensación de cuanto pesa y agota sostener lo insostenible. Cuando comenzamos a usar todas nuestras resistencias para oponernos a la transformación sin querer soltar los trajes de nuestros mandatos internos aferradas a nuestras cadenas para no vivir la experiencia del abismo.

Toda esa fuerza que usamos resistiendo genera un daño mayor, un colapso que nos desequilibra, pero cuando comenzamos a soltar el control dejando que todo siga su naturaleza dejamos morir, y esa muerte es una llave hacia la vida.

En la medida que soltamos la creencia de como “deben ser las cosas”, empezamos a sentirnos más ligeros, y la vida interna se armoniza con la vida externa, y asi disfrutamos el camino de nuestra transformación.

Cuando dejamos ir comenzamos a confiar y cuando confiamos nos acercamos a nuestro Ser natural y cuando somos naturales empezamos a fluir con los ciclos.

Pregúntate cuanta energía ocupas resistiendo y recuerda tu inhata capacidad de experimentar la vulerabilidad dejandote ir al abismo.

Ligereza…

Aceptando la naturaleza impermanente del camino es como serás soberano de tu vida. Atrévete a disfrutar este viaje obedeciendo a la inteligencia divina del ciclo que no es más que una proyección de tu fuente interior.  Somos esencia y energía.

Cuando confías eres el amo, pero cuando te aferras al control de transformas en tu esclavo.

Dejar que todo muera de una vez es renacimiento.

Solo quien muere se abre a la vida, no te pierdas de este regalo solo por vivir la vida de otros, o sentirte responsable de la felicidad del otro, nadie es responsable de hacer feliz a otro, porque todos somos responsables de hacernos felices solos, tenemos esa capacidad, solo que nos han vendido que un externo nos debe darnos la felicidad , porque eso es lo que conviene a la matrix.

Buscamos respuesta afuera, pero es en nuestro interior donde se encuentra la paz y la sanación. Al profundizar en nosotros mismos, descubrimos las claves para superar miedos, sanar heridas y encontrar claridad.

Todo lo que necesitamos ya está dentro de nosotros, esperando ser descubierto. Este viaje hacia el interior es personal e intrasferible, pero es el único camino hacia una sanación auténtica, el camino ahí está, cada quien decide si lo toma o lo pausa para otra vida.

Si requieres ampliar la información de tu carta natal escribeme.

Confía en el universo.