Virus del VIH presenta un desafío sanitario
Con el cuarto lugar nacional, Chiapas se encuentra obligado a reforzar las campañas de prevención y de atención a los portadores del virus.


El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) continúa representando un desafío sanitario en México, particularmente en estados del sur como Chiapas, donde persisten altos índices de nuevos diagnósticos y barreras estructurales que impiden la detección oportuna.
A pesar de los avances en materia de acceso al tratamiento y campañas de prevención, el diagnóstico tardío sigue siendo uno de los principales obstáculos para disminuir la transmisión y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el virus.
En Chiapas, la situación es especialmente compleja. La Dirección General de Epidemiología informó que en el primer semestre de 2025 el estado registró 208 nuevos casos, colocándose en el cuarto lugar nacional.


Entre 2014 y 2024, el acumulado asciende a 9,017 diagnósticos, de los cuales el 77 % corresponde a hombres.
Chiapas, además, ha mostrado históricamente un reto en materia de salud sexual por la dispersión geográfica, los altos niveles de pobreza y la limitada infraestructura de salud en algunas regiones.
Estas condiciones impactan directamente en el acceso a servicios de detección, prevención y tratamiento.
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Nivel nacional
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México alrededor de 270 mil personas viven con VIH, aunque no todas conocen su diagnóstico.
Las cifras oficiales indican que cerca del 70 % ha sido diagnosticado, mientras que el 60 % recibe tratamiento antirretroviral dentro del sistema de salud pública.
A pesar de ello, la Secretaría de Salud destaca un avance importante: el 94 % de los pacientes en tratamiento logra la supresión viral, es decir, alcanzan niveles indetectables en sangre y no transmiten el virus.
Este indicador coloca a México cerca de las metas internacionales del programa ONUSIDA.
Según el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida), hasta noviembre de 2024 se reportaron 14,263 nuevos diagnósticos en ese año, una cifra que evidencia la necesidad de fortalecer estrategias de detección oportuna.


Diagnóstico tardío: la barrera más compleja
Especialistas coinciden en que uno de los mayores problemas es que muchas personas llegan a los servicios de salud con diagnóstico tardío, es decir, cuando el virus ya ha deteriorado significativamente su sistema inmunológico.
Principales barreras:
- Acceso desigual a las pruebas de detección.
- En comunidades rurales o alejadas, las pruebas rápidas y los servicios especializados son escasos.
Estigma y discriminación
El rechazo social, los prejuicios y el miedo a ser señalado continúan siendo factores que inhiben a las personas a solicitar una prueba de VIH.
En poblaciones clave como jóvenes, mujeres trans y hombres que tienen sexo con hombres (HSH), el estigma influye de manera directa en la falta de atención temprana.
Falta de campañas informativas
La distribución desigual de información sobre salud sexual y reproductiva mantiene a amplios sectores de la población sin herramientas para identificar riesgos o buscar asesoría.
Seguimiento médico
A pesar de que el tratamiento es gratuito en México, no siempre existe un acompañamiento adecuado desde que se detecta el virus hasta que el paciente inicia su tratamiento.
Centros especializados insuficientes:
En Chiapas, no todos los municipios cuentan con CAPASITS u otras unidades de atención. Personas de zonas como la Sierra o la Selva deben trasladarse varias horas para recibir atención.







