En Chiapas, una broma de mal gusto alertó a las autoridades de seguridad, una bomba en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Chiapas campus Tapachula.
Gerardo “N” el joven que no dudó en jugar con las líneas de emergencia, pudo haber perdido su libertad hasta por dos años.
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De acuerdo con la ley, la pena por hacer bromas a líneas de emergencia es un delito y puede acarrear multas económicas de hasta 20 días de salario mínimo o incluso hasta 2 años de cárcel.
Como parte de los mecanismos alternativos de solución de controversias de la Fiscalía General del Estado, y logrando parte de la reparación del daño, Gerardo “N” pidió una disculpa pública a las corporaciones, a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, por la irresponsabilidad que cometió al hacer una llamada de broma al 911 alertando sobre una supuesta bomba en la Facultad de Medicina de la Unach en Tapachula.
“El día primero de septiembre alrededor de las 11 de la mañana alerté al cuerpo de seguridad 911 pakal, que en la universidad autónoma de Chiapas UNACH había una bomba y que estallaría a las dos de la tarde” relató Gerardo.
Además, convocó a la población a hacer uso responsable de los números de emergencia.
