Misol-Ha: la joya escondida entre la selva chiapaneca

La cascada de Misol-Ha, ubicada en la zona norte de Chiapas, ofrece un espectáculo natural de fuerza y belleza. Desde sus aguas profundas hasta sus grutas y miradores, esta maravilla natural es perfecta para viajeros en busca de aventura, tranquilidad y contacto directo con la selva.

Una maravilla que barre los sentidos

La cascada de Misol-Ha, cuyo nombre proviene del idioma chol y significa “agua que barre”, ofrece un espectáculo inigualable con su caída de más de 30 metros. Durante la temporada de lluvias, el agua cae en una cortina poderosa que transforma el entorno en un santuario natural. La poza que forma en la base permite nadar y refrescarse, aunque es necesario tener precaución por su profundidad.

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Caminar detrás del agua y explorar la gruta

Uno de los atractivos más fascinantes del sitio es el sendero que permite caminar detrás de la cascada. Allí, el estruendo del agua lo cubre todo, sumergiendo al visitante en una experiencia multisensorial. Además, existe una gruta de unos 50 metros de profundidad, con fósiles en sus paredes y un pequeño arroyo interno, que puede ser recorrida con la ayuda de un guía local.

Vista panorámica desde el mirador

Para quienes buscan una vista imponente, un sendero de aproximadamente 45 minutos conduce al mirador situado sobre la cascada. Durante el recorrido es común encontrarse con flora y fauna típica de la selva, y el esfuerzo se ve recompensado con una postal natural incomparable.

Ecoturismo con sabor local

Misol-Ha está gestionada por los ejidatarios de San Miguel, quienes ofrecen una experiencia ecoturística completa. Cuentan con un restaurante que fusiona sabores regionales y nacionales, y cabañas rústicas para quienes desean quedarse a dormir rodeados del sonido de la naturaleza. Al anochecer, la sinfonía de la selva convierte el descanso en una vivencia mágica.