La Selva Lacandona, uno de los tesoros naturales y culturales más impresionantes de México, se revela en todo su esplendor a lo largo de un recorrido fascinante que inicia en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Este itinerario te llevará a través de paisajes exuberantes, riquezas arqueológicas y una inmersión en la cultura local.
Partida desde Tuxtla Gutiérrez
El viaje comienza en Tuxtla Gutiérrez, desde donde te dirigirás a Comitán de Domínguez. Desde ahí, continúa hacia las Lagunas de Montebello, conocidas por sus aguas de intensas tonalidades que varían del verde claro al azul profundo, ofreciendo una vista impresionante y una oportunidad para disfrutar de la belleza natural.
Desde las Lagunas de Montebello, el siguiente destino es el ejido Ixcán. Aquí, los habitantes locales organizan experiencias en contacto con la naturaleza en la Estación Ixcán. Este lugar ofrece alimentación, hospedaje y guías expertos que te introducirán al esplendor de la selva. Posteriormente, la visita a la Estación Chajul proporciona una visión más profunda, funcionando como un auténtico laboratorio de investigación en el corazón de la selva chiapaneca.
Ruta hacia Yaxchilán
Continuando el viaje, dirígete a Frontera Corozal y hospédate en el campamento Escudo Jaguar, donde también encontrarás opciones de alimentación. Desde este campamento, parten las lanchas que te llevarán a la impresionante zona arqueológica de Yaxchilán, conocida por sus majestuosas estructuras mayas y su entorno selvático.
El siguiente destino es Lacanjá, un lugar donde los anfitriones lacandones te guiarán a través de la rica historia y la vibrante cultura de la región. Además, podrás explorar Bonampak, la cascada Mactunijá y las lagunas Carranza o Lacanjá, cada uno ofreciendo un vistazo único a la diversidad natural de la Selva Lacandona.
En Nueva Palestina, la comunidad local ofrece diversos servicios a los visitantes en el centro de ecoturismo Selvas del Faisán. Este centro organiza excursiones al interior de la selva, brindando una experiencia completa y enriquecedora de la región.
El viaje culmina en Palenque, donde se concentra una increíble combinación de biodiversidad, cultura e historia. Este destino final representa el corazón de la Selva Lacandona, destacándose como un punto crucial para entender la riqueza natural y cultural de Chiapas.