Chiapas, conocido por su exuberante naturaleza, se ha convertido en uno de los destinos predilectos para los amantes del ecoturismo. Entre sus numerosos atractivos, las cascadas El Chiflón destacan como un espectáculo natural realmente impresionante, que atrae a visitantes de todo el país.
Ubicadas en el municipio chiapaneco de Tzimol, a 104 kilómetros al sureste de San Cristóbal de las Casas, las cascadas El Chiflón deben su nombre al peculiar sonido que producen cuando el viento atraviesa sus caídas de agua. Para acceder a este majestuoso espectáculo, los visitantes deben caminar por un sendero de aproximadamente un kilómetro. Sin embargo, la vista que se ofrece al llegar es una recompensa más que justa.
El Chiflón es una cadena de cascadas formadas por el cauce del río San Vicente, cuya caída escalonada alcanza los 120 metros. Entre ellas, la cascada Velo de Novia se destaca por su impresionante caída de 70 metros. Otras cascadas menores, como Ala de Ángel y El Suspiro, miden entre siete y diez metros, y completan este magnífico conjunto natural.
A los pies de cada cascada, se forman albercas naturales de un intenso color azul turquesa, rodeadas de una vegetación densa y paisajes caracterizados por cañaverales y palmares. Entre otras cascadas notables en el área se encuentran Arcoíris y Quinceañera, que ofrecen paisajes ideales para la contemplación y la fotografía.
El Centro Ecoturístico Cascadas El Chiflón ha sido desarrollado a lo largo de los años para brindar a los visitantes una experiencia inolvidable. Este centro, uno de los dos en la zona, ofrece una amplia gama de actividades que incluyen senderismo, ciclismo de montaña y miradores escénicos. La joya del centro es su tirolesa, una de las más espectaculares de México, que cuenta con dos estaciones: una que cruza el río San Vicente y otra que pasa frente a la imponente cascada Velo de Novia.
Además, el centro ecoturístico ofrece cómodas instalaciones, incluyendo alojamiento en cabañas totalmente equipadas y una zona de campamento. Los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía regional en el restaurante del centro, explorar la tienda de artesanías, utilizar el salón de usos múltiples y relajarse en las palapas a la orilla de la cascada. El centro también dispone de estacionamiento para comodidad de los visitantes.
