Cada año miles de personas acuden a los panteones de sus ciudades o pueblos, con la finalidad de visitar las tumbas de sus muertos, una tradición mexicana que no se ha extraviado en el tiempo y viene de generación en generación, dijo Otilio Wong Arriaga, ex alcalde del municipio de Mazatán, Chiapas.
Mencionó que es la costumbre y el sentir de él y su familia, visitar el camposanto para limpiar las tumbas de sus seres amados que se adelantaron en el viaje al ‘otro mundo’ o ‘el más allá’, la ‘eternidad’, el infierno o el cielo, según su comportamiento en esta tierra; conforme a lo que les enseñaron sus abuelos y sus padres, una cultura que trasciende de generación en generación.
Llevar flores y una veladora en un domingo cualquiera o una fecha de cumpleaños, nos hace visitar el panteón de vez en cuando durante el año, sin embargo, el día 2 de noviembre, que los mexicanos celebramos como ‘el Día de Todos los Santos’, es casi una obligación moral asistir al panteón bajo la creencia de un reencuentro con el alma de nuestros seres queridos que se nos adelantaron, afirmó Wong Arriaga.
‘Tarde o temprano nosotros también nos vamos; bueno es enseñar a nuestras familias que el amor hay que darlo en vida cuando aquí estamos; pero si alguien se va con Dios, hay que visitarlo en noviembre, el uno y el dos”, concluyó diciendo el entrevistado, tratando de rimar lo que dijo en esa hora, haciéndolo en exclusiva para El Momento Chiapas.
