Tuxtla Gutiérrez celebra el Quinto Festival de Aves Migratorias y fortalece su compromiso con la conservación ambiental
Con más de 700 especies registradas, Chiapas busca posicionar a su capital como la tercera Ciudad de las Aves en México


Tuxtla Gutiérrez celebra el Quinto Festival de Aves Migratorias, evento que promueve la observación y conservación de más de 700 especies en Chiapas, y avanza en su certificación como Ciudad de las Aves.
Tuxtla Gutiérrez.– La capital chiapaneca se prepara para celebrar el Quinto Festival de Aves Migratorias, un evento que promueve la observación, el conocimiento y la conservación de la biodiversidad local. Gracias a su ubicación estratégica en el sur de México, Tuxtla Gutiérrez se ha convertido en una parada clave para decenas de especies que migran desde Estados Unidos y Canadá para pasar el invierno en el trópico.
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Durante una conferencia de prensa, el colectivo ambiental Heliomaster destacó la importancia de sensibilizar a la ciudadanía sobre la riqueza natural del estado y el papel que cada persona desempeña en su conservación. “Chiapas es un sitio de paso obligado para muchas especies de aves migratorias. Conocerlas nos ayuda a entender nuestro entorno y a protegerlo”, señalaron los organizadores.
El festival se inaugurará el 10 de octubre en el Teatro Francisco I. Madero con la obra El Último Turquito, inspirada en un cuento de Miguel Álvarez del Toro, que aborda la destrucción de las selvas chiapanecas. Las actividades se extenderán hasta el 31 de octubre, incluyendo recorridos guiados, pajareadas urbanas, charlas sobre biodiversidad y un concurso de altares dedicados a especies extintas o en peligro crítico.
Con un registro estatal de 700 especies de aves, de las cuales 190 son migratorias, Tuxtla Gutiérrez se consolida como un punto privilegiado para la observación de fauna. Parques como Joyyo Mayu, Tuxtlán, Parque del Oriente y diversas zonas verdes urbanas albergan decenas de especies residentes y migratorias.
La práctica de la observación de aves, o “pajareadas”, fomenta la educación ambiental y la ciencia ciudadana, permitiendo a los habitantes recopilar datos útiles para la conservación. “Los ojos no ven lo que la mente no sabe; por eso, aprender a reconocer la flora y fauna local es esencial para cuidarla”, expresó Daniel Pineda Vera, integrante de Heliomaster.
Tuxtla Gutiérrez también avanza en su proceso para obtener la certificación como Ciudad de las Aves, convirtiéndose potencialmente en la tercera en México, después de Cozumel y Los Cabos. Este reconocimiento evalúa acciones como la restauración de hábitats, la reducción de la contaminación lumínica y sonora, y el fortalecimiento de la infraestructura verde.
Como parte de las acciones de conservación, se busca declarar diez especies emblema de la ciudad, entre ellas el loro de frente blanca, símbolo de la biodiversidad local y del combate al tráfico ilegal de fauna.







