En las profundidades de la selva chiapaneca habita la comunidad lacandona, descendiente directa de los mayas, que ha mantenido vivas sus tradiciones y creencias a lo largo de los siglos. Con un fuerte vínculo con la naturaleza, los lacandones practican el politeísmo, rindiendo culto a diversos dioses que representan fuerzas de la naturaleza. Uno de sus principios más importantes es el cuidado del entorno, lo que se traduce en un respeto profundo por los recursos naturales de la selva.
Ritual Maya Lacandón
Entre las prácticas culturales más significativas de los lacandones se encuentra el ‘Ritual Maya Lacandón’, un evento que honra a su deidad principal, Hachák yüm. Este ritual es fundamental para solicitar protección y abundancia para las comunidades cercanas. Durante la ceremonia, se queman copal y se realizan ofrendas que simbolizan purificación y gratitud. A través de oraciones y rituales, los lacandones piden permiso a sus dioses para utilizar los recursos de la selva, asegurando así un equilibrio con la naturaleza.
Vestimenta
La vestimenta lacandona es una manifestación de su identidad cultural y varía según la región. En el norte de la selva, los hombres lucen cotones blancos y mantienen el cabello largo con un fleco frontal. Las mujeres visten huipiles y faldas bordadas a mano, adornadas con plumas de aves como tucanes y guacamayas. En el sur, tanto hombres como mujeres usan túnicas largas, diferenciándose solo por el color: los hombres en blanco y las mujeres en tonos brillantes, con el cabello suelto.
Lengua y alimentación
Los lacandones hablan el idioma lacandón, una lengua que ha evolucionado a partir de la fusión de varias lenguas mayas. Su dieta se compone de productos cosechados de la selva, como maíz, frijoles, hongos y caracoles de río, además de una bebida fermentada de madera de balché. Muchos platillos tradicionales de Chiapas, como el pozol y los tamales de frijol, tienen sus raíces en la gastronomía lacandona.
La cultura lacandona no solo es un testimonio de la herencia maya, sino también un recordatorio de la importancia de vivir en armonía con la naturaleza. Con su profundo respeto por el medio ambiente y sus tradiciones arraigadas, los lacandones continúan siendo un símbolo de resistencia cultural en el corazón de Chiapas.
