Aumentan muertes por desnutrición
Este problema aumentó 49.7% en el último año reportado por el INEGI; en el 2024 se reportaron 289 fallecimientos en el estado sureño.


Chiapas atraviesa uno de los momentos sanitarios más graves de los últimos años. Las muertes asociadas a la desnutrición aumentaron 49.7% en apenas doce meses, al pasar de 199 fallecimientos en 2023 a 298 en 2024, según cifras oficiales del INEGI. Este repunte coloca al estado entre las entidades con mayor vulnerabilidad alimentaria del país y evidencia fallas profundas en las políticas de acceso a servicios básicos, alimentación y salud preventiva.
La crisis afecta principalmente a niñas, niños y adultos mayores, sectores históricamente expuestos a la pobreza estructural, la falta de servicios médicos oportunos y la limitada disponibilidad de dietas nutritivas. Organizaciones civiles han advertido que el incremento refleja no solo carencias económicas, sino también un deterioro progresivo en las condiciones de vida de comunidades rurales y zonas de alta marginación.
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A este panorama se suma un fenómeno médico de preocupación internacional: la aparición de la Diabetes Tipo 5 (DMS), reconocida en abril de 2025 por la Federación Internacional de Diabetes (IDF). Esta variante, identificada recientemente en México, ha generado alerta debido a su origen asociado directamente a la desnutrición crónica infantil, lo que la diferencia de otras formas de diabetes tradicionalmente vinculadas al sobrepeso o factores hereditarios.
De acuerdo con la investigación “Diabetes Tipo 5 y Desnutrición en México: Una Revisión Crítica”, elaborada por los doctores mexicanos Ortiz Vilchis y Castillo Reyes, la DMS surge a partir de una disfunción pancreática provocada por la falta prolongada de nutrientes esenciales en edades tempranas. La enfermedad suele confundirse con la Diabetes Tipo 2, especialmente en regiones donde el acceso a diagnósticos especializados es limitado, lo que deriva en tratamientos inadecuados y un agravamiento de los síntomas.
A diferencia de los tipos más comunes de diabetes, la DMS afecta a personas de peso normal o bajo, sin antecedentes familiares, pero con un historial claro de hambruna o deficiencia nutricional durante su infancia. En Chiapas, los primeros análisis clínicos son preocupantes: el 70% de los pacientes reportó haber sufrido desnutrición infantil, mientras que el 62% vive actualmente en zonas rurales o de alta marginación, donde la infraestructura de salud es insuficiente.
Autoridades sanitarias federales y estatales han reconocido que la combinación entre el incremento de muertes por desnutrición y la expansión de esta nueva variante de diabetes configura un panorama crítico. Especialistas insisten en que la única respuesta viable implica intervenciones urgentes en nutrición, acceso a alimentos básicos, fortalecimiento del primer nivel de atención y creación de programas específicos para la detección temprana de la DMS.
El reto inmediato, advierten los expertos, no solo es atender a los pacientes ya diagnosticados, sino romper el ciclo de pobreza y desnutrición que alimenta la aparición de esta nueva enfermedad, cuya carga recae de manera desproporcionada en las comunidades más vulnerables del estado.





