Productores de cempasúchil en Chiapa de Corzo celebran cosecha histórica
Tras un año crítico, los cultivadores de la colonia Rivera las Flechas logran una producción récord de flor de Narilú, superando las pérdidas registradas en 2024.


Los agricultores de Chiapa de Corzo alcanzan el 100 % de producción en la cosecha de cempasúchil, conocida localmente como Narilú. Las lluvias favorecieron el crecimiento de las plantas, duplicando la producción respecto al año anterior y asegurando flores para los altares de Día de Muertos en Chiapas y otros estados.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
En la colonia Rivera las Flechas, productores de cempasúchil celebran una cosecha histórica tras un año crítico en 2024, cuando la combinación de sequía y granizadas limitó la producción al 60‑70 %. Este 2025, gracias a un ciclo agrícola favorecido por las lluvias, lograron alcanzar el 100 % de rendimiento, superando ampliamente los resultados del año anterior.
Edilberto Jiménez Gómez, agricultor local, explicó que la siembra de Narilú es una tradición que ha pasado por más de cinco generaciones. Los almácigos se preparan en julio y se trasplantan cuando alcanzan unos 15 cm; con el apoyo de la lluvia, las plantas este año crecieron hasta 1.80 metros. Cada hectárea produce aproximadamente 800 tercios, equivalentes a 80 mil flores, el doble que en 2024. Cada tercio se vende entre 60 y 70 pesos al consumidor directo, aunque los precios aumentan en mercados con intermediarios.
El cultivo involucra a toda la familia, desde niños hasta adultos mayores, quienes participan en todas las etapas: siembra, cuidado, corte y preparación de manojos. Durante la cosecha, unas 15 personas trabajan coordinadamente para enviar la flor a distintos puntos del estado y a otros destinos, como Puebla.
Los productores destacan que la flor de Narilú requiere suelo bien oxigenado y riego constante. “Hay que aflojar la tierra para que la raíz respire y crezca más grande. Cuando falta agua, utilizamos riego por mangueras”, comentó Jiménez. Además de cempasúchil, la zona también produce cresta de gallo, aunque la flor anaranjada sigue siendo la más buscada para los altares del Día de Muertos.
Sin embargo, preocupa la falta de interés de los jóvenes por continuar con esta tradición. Horacio Molina Espinosa señaló: “Aquí estamos una vez al año, pero a ver si los del futuro lo van a seguir haciendo; mis hijos ya no muestran interés”. A pesar de ello, el cultivo representa una venta segura y un vínculo con los recuerdos familiares.
Actualmente, entre 15 y 20 productores de la Rivera de Chiapa de Corzo mantienen viva esta tradición iniciada en la década de 1970, cuando se destinó parte de las parcelas de maíz a la siembra de cempasúchil para adornar altares en Chiapas y otras regiones.







