Tojolabales de Chiapas: Guardianes de la palabra recta y la tradición maya
Sumérgete en la cultura, lengua y tradiciones de uno de los pueblos originarios más representativos del sureste mexicano, cuya cosmovisión se mantiene viva en el corazón de la selva chiapaneca.


En el oriente de Chiapas, el pueblo tojolabal preserva una herencia cultural milenaria. Con una lengua que significa “palabra recta” y una profunda conexión espiritual con la tierra, su vida comunitaria, sus coloridas festividades y su resistencia económica nos ofrecen una ventana a una forma de vida donde lo colectivo y lo sagrado se entrelazan. Esta es una guía para entender y valorar su invaluable legado.
Historia, Territorio y la Lucha por la Permanencia
El pueblo tojolabal habita principalmente en la región fronteriza del oriente de Chiapas, con una presencia significativa en municipios como Las Margaritas, Comitán y Altamirano. Su historia es un relato de resistencia y arraigo a un territorio de selva y valles que ha moldeado su identidad. A pesar de enfrentar procesos históricos de colonización y desplazamiento, han mantenido una relación íntima y sagrada con la tierra, basada en saberes agrícolas transmitidos por generaciones y una cosmovisión que ve la naturaleza como un ser vivo merecedor de respeto.
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La Lengua Tojol’ab’al: El Corazón de una Cosmovisión
La lengua, el Tojol-ab’al (que significa “palabra recta” o “discurso sin engaños”), es el pilar fundamental de su identidad. Perteneciente a la familia lingüística maya, es hablada por aproximadamente 43 mil personas y es mucho más que un instrumento de comunicación: refleja una filosofía de vida basada en la comunidad, la justicia y la claridad. Es una lengua que resiste, concentrada en las zonas rurales, y que encapsula la esencia de su pensamiento y tradición oral.
La vida tojolabal gira en torno a la comunidad (“laktyañ”) y al trabajo colectivo (“ajwalil”). Sus tradiciones más importantes son aquellas que refuerzan estos lazos, como los rituales agrícolas para pedir lluvia o agradecer la cosecha, guiados por curanderos o j’ilol. Las fiestas patronales y las celebraciones del Día de Muertos son muestras de un rico sincretismo religioso, donde la danza, la música con tambor y flauta, y la participación de toda la comunidad mantienen viva la conexión con sus ancestros y el mundo espiritual.
Vestimenta y Economía: Arte, Subsistencia y Resistencia
La vestimenta tradicional es un mapa de colores e identidad. Las mujeres portan huipiles bordados con motivos geométricos y florales, mientras que los hombres usan prendas de manta en ocasiones especiales. Económicamente, su sustento se basa en la agricultura de subsistencia (maíz, frijol, café). Aunque enfrentan desafíos como el cambio climático y mercados limitados, surgen iniciativas de cooperativas de café orgánico y artesanías que buscan fortalecer una economía local sustentable sin romper el vínculo con su cultura.







