A tan solo un kilómetro y medio de la cabecera municipal de Tecpatán, se encuentra un tesoro natural que ha cautivado a locales y visitantes por igual: un río cuyas aguas son consideradas medicinales. Este fenómeno natural, alimentado por una reserva de azufre, da vida a un yacimiento de aguas termales que prometen aliviar múltiples dolencias.
Los habitantes de la región aseguran que estas aguas son especialmente beneficiosas para quienes sufren de problemas musculares y de huesos. La combinación del azufre y las aguas cristalinas genera un efecto revitalizante que ha convertido a este lugar en un destino buscado por quienes buscan alivio y bienestar.
Las aguas termales provienen del cerro “Jachún”, y su curso forma parte de los cauces del río Totopac, cuyo nombre en lengua zoque significa “orilla de papel”. Esta denominación es un reflejo de la belleza y pureza del entorno, que se complementa con un color azul impresionante resultante de la mezcla de minerales y la claridad del agua.
En este mágico lugar, las pozas naturales se convierten en espacios donde la naturaleza se manifiesta en toda su esplendor. Las formaciones de agua termal crean escenarios únicos que invitan a la contemplación y la relajación.
El creciente interés por este destino ha llevado a los habitantes a abrir sus puertas a turistas que buscan no solo el poder curativo de estas aguas, sino también la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. A medida que el eco de este paraíso se expande, se espera que más personas descubran las maravillas que Tecpatán tiene para ofrecer.